martes, 23 de febrero de 2010

Parasitos gastrointestinales: 1.7 OSTERTANGIA

Es uno de los gusanos parásitos internos del ganado más dañino. Aparecen a menudo junto con otros nematodos
Localización
El órgano predilecto de los adultos es el intestino delgado. Las larvas se encuentran en el estómago (cuajar) y en el intestino delgado superior.

Biología y ciclo vital

tiene un típico ciclo vital directo. Los adultos ponen huevos que se excretan con las heces d el hospedador y eclosionan una vez al exterior. Las larvas se desarrollan al estadio III infectivo en el entorno, migran a las hierbas y el hospedador las ingiere al pastar. La infección en el interior de establos a través de heno fresco no es frecuente pero posible. Las larvas infecciosas del estadio II pueden sobrevivir hasta 14 meses en el entorno, y son capaces de sobrevivir el invierno en regiones frías (p.ej. en Europa al norte de los Alpes).
Una vez en el hospedador final mudan al estadio IV y al poco penetran en las glándulas del cuajar donde acaban por verse rodeadas por una cápsula, que a su vez da lugar a nódulos o hinchazones de la mucosa. Unas dos semanas más tarde abandonan la cápsula, vuelven a la luz del intestino, se fijan a la mucosa y completan el desarrollo a adultos. El periodo de prepotencia es de 2,5 a 3 semanas.
Bajo ciertas condiciones ambientales (p.ej. sequía, frío excesivo), las larvas del estadio IV en la mucosa del cuajar entran en hipobiosis y permanecen inhibidas durante varios meses. Los mecanismos que desencadenan la posterior reasunción del desarrollo no se conocen bien.
DAÑO CAUSADO

es uno de los parásitos internos más dañinos del ganado bovino y ovino, responsable de daños económicos enormes en todo el mundo. Hay dos formas de ostertagiasis en bovinos: tipo I y tipo II. El tipo I también se denomina ostertagiasis estival y afecta al ganado joven durante su primera temporada de pastoreo. El tipo II, también llamado ostertagiasis invernal afecta sobre todo al ganado adulto y es debido a la reactivación de larvas hipobióticas. Puede comenzar 2 a 4 meses tras el fin del periodo de ingestión de larvas infectivas. Puede durar hasta el inicio de la siguiente temporada de pastoreo.
Como respuesta al daño causado por las larvas que penetran la mucosa, las células de la mucosa estomacal comienzan a dividirse rápidamente para curar la herida. Pero estas células carecen de la capacidad de producir ácido. La consecuencia es que el pH del cuajar se eleva a valores cercanos a 7, con consecuencias dramáticas: el pepsinógeno permanece inactivado, lo que impide la desnaturalización de las proteínas y su posterior digestión; hay sangre que penetra en el intestino, y las bacterias proliferan en el cuajar. Las proteínas no desnaturalizadas que penetran en el intestino impiden la absorción de fluidos, lo que provoca diarrea. La digestión incompleta de las proteínas reduce la absorción de albúmina a la sangre, que debe ser sustituida por una mayor ingestión de alimentos, lo que resulta difícil, pues el ganado pierde el apetito.
Todo esto provoca una grave pérdida de peso (hasta el 20% en una semana) y condición que, en caso de infecciones graves, puede provocar la muerte del hospedador.


SÍNTOMAS:

diarrea mucosa o acuosa con olor pútrido, deshidratación, edema (“mandíbula de botella” o ascitis, es decir acumulación de líquido en el abdomen), pérdida de apetito y de peso, y debilitamiento progresivo y a veces fatal.

CONTROL BIOLÓGICO

Gusanos del género Ostertagia son de los más dañinos para el ganado de todas las edades en regiones de clima templado y deben ser el objetivo prioritario de todas las medidas preventivas para reducir la contaminación de los pastos. También se transmiten al interior de los establos a través de heno o suelo contaminado con excrementos.

CONTROL QUÍMICO

Varios antihelmínticos de amplio espectro son eficaces contra adultos y larvas de Ostertagia. Pero sólo algunos controlan también a las larvas inhibidas, p.ej. los benzimidazoles albendazol, fenbendazol, netobimín y oxfendazo

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